jueves, 7 de noviembre de 2013

Sevilla tiene un color especial...

Hoy le dedicamos la entrada a un municipio, capital de la comunidad de Andalucía, Sevilla, que a cualquiera podría tener enamorado por su especial encanto. Recorreremos sus calles aprendiendo sobre su historia, sus lugares y como no, su gastronomía.

Su casco antiguo es el más extenso de España y uno de los tres más grandes de toda Europa junto a los de Venecia y Génova, con 3,94 kilómetros cuadrados. Entre sus monumentos más representativos se encuentran la Catedral (que incluye la Giralda), el Alcázar (uno de los palacios mas antiguos en uso), el Archivo de Indias y la Torre del Oro, siendo los tres primeros declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco de forma conjunta en 1987.
Giralda es el nombre que recibe el campanario de la Catedral de Santa María. Los dos tercios inferiores de la torre corresponden a la antigua mezquita de la ciudad, de finales del siglo XII, mientras que el tercio superior es una construcción sobrepuesta en época cristiana para albergar las campanas. En su cúspide se halla una bola llamada tinaja sobre la cual se alza el Giraldillo, estatua que hace las funciones de veleta y que fue la escultura en bronce más grande del Renacimiento Europeo y que por extensión vino a dar nombre a toda la torre, pues históricamente se comenzó a denominar Giralda (literalmente "que gira").
La Giralda, con sus 98,5 m de altura (104,1 m incluido el Giraldillo), fue durante siglos la torre más alta de España, así como una de las construcciones más famosas de toda Andalucía.

La Giralda, Campanario de la Catedral de Santa María.
Alcázar.


Sevilla tiene millones de rincones especiales que no dejan que nos cansemos de pasear entre sus calles, desde la Plaza de España, hasta llegar al barrio de Santa Cruz donde podemos pasar un estupendo día de tapas, pasando por el puente de Triana con sus maravillosas vistas al río Guadalquivir. Y así podríamos seguir nombrando sus miles de encantos.

Barrio de Santa Cruz

Barrio de Santa Cruz

Plaza de España

No menos importante es hablar del clima, con sus veranos secos y muy cálidos e inviernos suaves y a menudo lluviosos. Enero es el mes más frío con una media de temperaturas mínimas de 5,7 °C; y julio es el mes más caluroso, con una media de temperaturas máximas diarias de 36,0 °C. Se superan los 40 °C varias veces al año. Por sus temperaturas medias estivales es la capital de provincia más calurosa de España. Por ello visitarla en verano puede ser muy caluroso y agotador.

Sus fiestas mas importantes son la Feria de Abril o Feria de Sevilla que trata de un conjunto de casetas que se instalan en el recinto ferial del barrio de Los Remedios para comer, charlar, cantar y bailar. Se celebra aproximadamente dos semanas después de semana santa. Los orígenes de la Feria de Abril se encuentran en el 25 de agosto de 1846 cuando dos empresarios asentados en la ciudad, Narciso Bonaplata (catalán) y José María de Ybarra (vasco), redactaron una propuesta que llevaron al Cabildo Municipal pidiendo que le autorizaran durante los días 19, 20 y 21 de abril para celebrar una feria anual.
Las sevillanas son el cante y baile típico de la Feria de Sevilla. Su origen se encontraría en los años previos a la época de los Reyes Católicos, en unas composiciones que eran conocidas como "seguidillas castellanas", con el tiempo evolucionaron, añadiéndose el baile en el S.XVIII hasta llegar a los cantes y bailes con que son nombradas actualmente.

Por último , sobre su gastronomía, como no, el pescaíto frito es un plato muy típico y característico de Andalucía y se come muy a menudo en feria. Nosotros vamos a conocer hoy la receta del gazpacho andaluz que nada tiene que ver con el gazpacho manchego del otro día. Hay miles de variaciones y por ello puede añadirle o quitarle ingredientes.
  • 1 kilo de tomates bien maduros (con un color rojo acentuado)
  • 1 pimiento verde (unos 60 gramos)
  • 1 pepino (unos 250 gramos)
  • 1 trozo de cebolla (unos 100 gramos)
  • 1 diente de ajo
  • 3 cucharadas de aceite de oliva
  • Vinagre de vino blanco (cantidad al gusto, yo uso 6 cucharadas porque me gusta muy fuerte)
  • 1 cuchara pequeña rasa con sal
  • Opcional: 1/2 manzana verde (por ejemplo una Golden) y agua fría.
  1. Coge el vaso de la batidora (si no tienes puedes echar todo en una olla y usar una batidora de mano automática) y añade en su interior los tomates cortados en cuatro trozos. Si quieres le puedes quitar la piel.
  2. Quítale al pimiento el rabillo y las semillas, córtalo en cuatro o cinco trozos y ponlo con los tomates.
  3. Pela el diente de ajo, córtalo por la mitad a lo largo y quita el centro (que amarguea y repite). Pon el ajo con el resto de las verduras.
  4. Coge el trozo de cebolla  y córtalo en tres o cuatro trozos. Añade al vaso de la batidora.
  5. Coge el pepino y pélalo. Córtalo por la mitad y reserva una parte para mas tarde. La otra córtala en cuatro o cinco trozos y a la batidora.
  6. Ahora que todas las verduras del gazpacho están en el vaso de la batidora pondremos ésta en funcionamiento y la dejaremos funcionando hasta que no quede ningún trozo de verdura.
  7. Ahora añade la sal, el aceite y el vinagre. Te aconsejo empezar por tres cucharadas de vinagre y que vayas rectificando (añadiendo más) a tu gusto. Dale a la batidora cinco segundos y prueba. Rectifica de sal y vinagre a tu gusto.
  8. Si el gazpacho tiene la consistencia adecuada pasa al siguiente paso si no es así añade agua fría hasta que esté a tu gusto
  9. Por último añade la media manzana a cuadraditos pequeños y haz lo mismo con el pepino que teníamos reservado. También podemos añadir picatostes!!! Mete en la nevera y sirve muy frío!!!

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